De sueños, pesadillas, la metafísica y otros mundos: Surrealismo

El manifiesto surrealista es escrito por André Bretón en 1924, utilizando el término creado por Guillaume Apollinare, toma como inspiración los estudios del psicoanálisis hechos por Sigmund Freud, los textos marxistas de Leon Trotsky y a los poetas surrealistas franceses como el conde Lautréaomont.

Busca separarse de toda realidad y racionalidad creada por el hombre, tomando el camino de lo que hay dentro del humano y no lo que puede ver, va un paso más adelante que los expresionisas y crea su propio universo, donde las cosas reales pasan a ser cosas fantásticas, al igual que lo que sucede en los sueños, se busca conectar cuerpo y alma.

Lo familiar transgrede con los fetiches, los miedos con los avances tecnológicos, los artistas buscan llegar más allá de sus pensamientos, buscan el ocultismo, los viajes astrales, todo lo que esté fuera de la comprensión humana.

Este movimiento es uno de los más importantes y fundamentales para el arte moderno y contemporáneo, significa una ruptura con valores estéticos tradicionales, un viaje a lo que siempre nos ha dado morbo, lo desconocido, la mente humana y sus misterios. Tal fue la influencia del Surrealismo, que llegó a todo el mundo, incluyendo Latinoamérica, sin embargo, comenzó ser bastante arbitrario, y Bretón en sus viajes quería englobar todo arte nuevo a su corriente, tal pasó con Salvador Dalí, quien se subió a su movimiento, llegando a ser el más carácterisco. Por el contrario, el caso de Frida Khalo, a quien Bretón la nombró surrealista y ella misma se deslindó.

Hoy en día el arte de lo abyecto se relaciona directamente con esto, tomando otras perspectivas de la psique humana, hace una nueva exploración a fetiches y traumas.

Sin duda un movimiento que explica a su época, un periodo dónde se trataban de entender los enigmas del humano y su condición.

El gran masturbador- Salvador Dalí

Y entonces conocimos a la hija del minotauro- Leonora Carrington

Eyes photo- Man Ray