Identidades en juego: feminidad y masculinidad desde sus perspectivas

La contienda del género en el arte es un tema que siempre ha sido vigente, más en la era postmecánica, donde los roles han sido afectados fuertemente por los intereses económicos del patriarcado.

La creación artística no se ha quedado fuera de esta batalla de roles, la mujer como objeto ha sido objetivada, el sistema necesita que el género sea denigrado y con la biopolítica, el voraz apetito del machismo necesita de publicidad con cuerpos desnudos, indefensos, que estén ahí para el gusto y la satisfacción del hombre con poder.

El problema que se genera con las masculinidades es la presión social por ser un hombre de molde, un macho que trabaje, sea rudo, luche por su país, exitoso, mantenga a una familia y no pueda llegar a tener sentimientos; los hombres no lloran, son caballeros, tienen sexo con quien les place y dominan el mundo.

Esta situación en el mundo del arte ha sido registrada, se puede apreciar en la forma que tienen los hombres de pintar a las mujeres.

Artístas como David Lachapelle o Mónica Castillo tratan de explorar ese lado de las identidades de género que no tienen espacio para la élite artística, incluyendo a los queer, homosexuales, y demás géneros.

Por el lado de las Masculinidades mexicanas, aparece el movimiento llamado Neomexicanismo, donde artistas hombres mexicanos, rompen con el muralismo y los valores del hombre mestizo fuerte y macho, dan oportunidad a explorar sus propias masculinidades e incluso su orientación sexual, el mayor ejemplo es Julio Galán y sus pinturas.

Mónica Castillo

Julio Galán